Vinos Naturales – ¿Qué Son Realmente?

Cuando se trata de vinos naturales, no faltan las confusiones. ¿Qué significan? ¿Qué los hace diferentes? ¿Y por qué esta categoría de vinos ha ganado tanta atención en la última década? En Alma Alquimista, creemos que es fundamental desmitificar esta categoría y explicar lo que los vinos naturales significan para nosotros, una bodega enfocada en la autenticidad, la calidad y el respeto por la tierra.

¿Qué Son los Vinos Naturales?

Los vinos naturales suelen describirse como aquellos elaborados con mínima intervención tanto en el viñedo como en la bodega. Esto significa que los vinos naturales provienen de uvas cultivadas de manera orgánica o biodinámica, sin el uso de levaduras comerciales ni aditivos químicos. Estos vinos evitan aditivos como los sulfitos, que tradicionalmente se utilizan para conservar el vino. En esencia, el objetivo del vino natural es permitir que la uva hable por sí misma, contando la historia del viñedo, del clima y de la cosecha.

Es importante señalar que no existe una definición estricta o universalmente aceptada de lo que constituye un vino natural. Debido a la falta de una normativa oficial, el término puede variar dependiendo de la bodega o región, y lo que una bodega considera “natural” puede diferir de las prácticas de otra.

Aunque el término “vino natural” se ha convertido en una palabra de moda en ciertos círculos vinícolas, es importante entender que el concepto de vino natural ha existido durante siglos, especialmente en regiones de Europa, donde las bodegas tradicionales han producido vinos sin intervenciones pesadas durante generaciones. Por ejemplo, los vinos de la región Mediterránea, Borgoña y otras zonas tradicionales de Europa a menudo dependen de levaduras nativas que se encuentran naturalmente en la piel de las uvas. Estos vinos no siempre están etiquetados como “naturales”, pero en muchos aspectos, comparten la misma filosofía.

Nuestra Filosofía en Alma Alquimista

En Alma Alquimista no nos identificamos como productores de “vino natural” — no por falta de convicción, sino porque lo que hacemos va más allá de una etiqueta. Trabajamos con un profundo respeto por la fruta, el paisaje y el paso del tiempo, interviniendo lo mínimo necesario para dejar que el vino se exprese con honestidad. Para nuestra gama de vinos naturales, no utilizamos aditivos ni levaduras comerciales, y evitamos cualquier manipulación que estandarice el resultado. Pero no lo hacemos como parte de una tendencia, sino porque creemos que así el vino puede contar su historia con voz propia. Preferimos que cada cosecha sea distinta, que cada botella lleve consigo la memoria del año y del lugar del que proviene.

En nuestra filosofía de elaboración, el pragmatismo siempre supera al idealismo. Esto se refleja en cómo manejamos nuestra gama de vinos naturales: por ejemplo, utilizamos sulfitos en cantidades mínimas, solo lo necesario para garantizar la estabilidad del vino sin comprometer su autenticidad. La filtración no es un paso obligatorio, sino una decisión que tomamos según el vino en cuestión, y las fermentaciones siempre se realizan a temperaturas controladas para asegurar un proceso limpio y equilibrado. En vez de seguir una receta fija, nos guiamos por lo que cada vino necesita para expresarse de la mejor manera posible, siempre dentro del respeto por lo natural.

El Rol del Terroir y las Levaduras Nativas

Una característica clave de los vinos naturales es su conexión con el terroir, o el entorno único en el que se cultivan las uvas. En regiones como Jalisco, donde se encuentra Alma Alquimista, el clima, el suelo e incluso la microflora juegan un papel significativo en la formación del producto final. Esta conexión se ve aún más amplificada por el uso de levaduras indígenas — las poblaciones naturales de levaduras que se encuentran en la piel de las uvas en el viñedo.

Estas levaduras no se cultivan comercialmente ni se añaden a la fermentación, sino que se dejan fermentar el jugo de la uva de manera natural. ¿El resultado? Una expresión más compleja y matizada de la tierra y la cosecha, que es una característica central de los vinos naturales.

¿Por Qué Deberías Importar?

El movimiento del vino natural no solo se trata de evitar químicos o aditivos; se trata de redescubrir un enfoque más puro y auténtico de la vinificación. Si bien estos vinos suelen tener un toque más crudo y rústico en comparación con los vinos convencionales, también ofrecen una conexión más profunda con el entorno, la tierra y las personas detrás de la botella. Para nosotros en Alma Alquimista, hacer vino natural no se trata de seguir una moda, sino de mantenernos fieles a la tierra y al proceso.

Conclusión

Los vinos naturales representan un regreso a un enfoque más auténtico y centrado en el terroir de la vinificación. Si bien no todos los vinos etiquetados como “naturales” son iguales, la filosofía detrás de ellos ofrece una oportunidad emocionante para explorar vinos que verdaderamente reflejan su entorno. Para nosotros, no se trata de seguir una etiqueta, sino de abrazar la autenticidad, la mínima intervención y un profundo respeto por la naturaleza.

Permanece atento para nuestro próximo blog, donde profundizaremos en los beneficios de los vinos naturales y responderemos la pregunta: ¿Son los vinos naturales realmente buenos para ti?

Natural Wines

El vino natural es un término general para los vinos elaborados con una intervención mínima, en comparación con los métodos convencionales de vinificación. De hecho, estos vinos generan bastante división entre los bebedores, incluso si representan menos del 1% del mercado total. Los puristas dicen que son vinos "hippies", elaborados con poco talento y propensos a desarrollar defectos; los amantes del vino natural, en cambio, sostienen que son las expresiones más puras del vino, con mayor profundidad y carácter que los vinos tradicionales “aburridos” que se beben con regularidad.

Sin duda, hay cierto tipo de personas que se sienten atraídas por cada extremo del espectro. Pero hoy en día, cada vez más personas ocupan un punto intermedio, incluidos la mayoría de los sumilleres.

Definir “Natural”

No existe una definición estricta para un vino natural, ya que muchas partes del proceso pueden considerarse “naturales”, como por ejemplo:

  • Los métodos vitícolas utilizados para cultivar y cosechar las uvas

  • Los procesos de fermentación

  • La ausencia de aditivos (los vinos naturales tienden a evitarlos)

  • La falta de filtración

  • El uso mínimo de sulfitos para estabilizar

  • La escala de producción (los pequeños productores suelen considerarse más “naturales” frente a operaciones industriales masivas)

En Alma Alquimista, tenemos una filosofía clara respecto a los vinos naturales: el pragmatismo supera al idealismo. Entonces, ¿cómo se refleja esto en nuestro estilo? A lo largo del proceso, tomamos decisiones sobre qué aspectos del “idealismo natural” mantener y cuáles sacrificar para lograr un producto superior.

Cosas que nos encantan de los vinos naturales:

  • Su profundidad de sabor

  • Su carácter, que aporta una dimensión adicional de terruño

  • Su originalidad como producto

Cosas que evitamos:

  • La producción de acidez volátil (como el vinagre) causada por levaduras indeseables o infecciones bacterianas

  • La inestabilidad en botella

  • Vinos desequilibrados

  • La presencia de aminas biogénicas, como la histamina

Una desventaja común de los vinos naturales es su tendencia a desarrollar defectos, principalmente por la falta de sulfito suficiente para controlar bacterias dañinas, la ausencia de filtración que permite su proliferación, o un pH elevado que crea condiciones ideales para estos microorganismos.

Por eso, nosotros:

  • Realizamos fermentaciones a temperatura controlada

  • Filtramos nuestros vinos naturales

  • Y los conservamos con el mismo cuidado que un vino convencional

¿El resultado? Vinos con increíble profundidad de sabor, sin olores desagradables, estables y con buena vida útil. Suelen resultar limpios, elegantes y sorprendentes, especialmente para quienes esperan que un vino natural “sepa a vino natural”.

Hook: “Sulfito = dolor de cabeza” — but is that actually true?

  1. The myth of sulfites: Why they’re not the villain, and how they're found in other foods.

  2. The real culprits: Alcohol, acetaldehyde, sugar, dehydration, lack of sleep.

  3. Why natural doesn’t mean hangover-free: Less intervention ≠ less alcohol or fewer effects.

  4. Conclusion: Choose natural wine for taste, ethics, or ideology — but not as a health supplement.

¿Son los vinos naturales “mejores” para ti que los normales?

En una palabra: no. Aunque como siempre, es un tema complejo. Comencemos por los sulfitos. Mucha gente dice que no les dan dolores de cabeza o resacas cuando beben vinos naturales, debido a su bajo contenido de sulfitos.

Pero la idea de que los sulfitos son "malos" y que su ausencia es necesariamente "buena" no es del todo cierta. Los sulfitos son conservantes comunes en muchos alimentos, no solo en el vino. ¿Te da resaca beber jugo de naranja del súper? ¿Te duele la cabeza por comer mermelada? ¡Si fuera así, Paddington tendría un problema serio!

A menos que tengas una sensibilidad diagnosticada (en cuyo caso, estás excusado), los sulfitos probablemente no son los culpables. Además, la levadura produce sulfitos de forma natural durante la fermentación, por lo que incluso los vinos “sin sulfitos añadidos” contienen algo de ellos.

Entonces, si no son los sulfitos, ¿de dónde vienen esos dolores de cabeza?

La cuestión de la fermentación maloláctica

Hay otro sospechoso: las aminas biogénicas, sustancias químicas liberadas por bacterias durante la fermentación maloláctica (Malo), un proceso natural por el que pasan la mayoría de los vinos tintos y algunos blancos (como el Chardonnay).

Estas bacterias existen en el ambiente y entran en el vino por sí solas, pero algunas cepas “malas” (malos-Malo, si quieres) liberan aminas como:

  • Histamina, famosa por provocar reacciones alérgicas

  • Tiramina, asociada a migrañas y dolores de cabeza

Nosotros, en nuestros vinos estándar, utilizamos bacterias malolácticas seleccionadas que no producen aminas biogénicas, igual que usamos levaduras seleccionadas. Así reducimos el riesgo de reacciones adversas.

Pero con los vinos naturales, eso es más difícil. La gran mayoría pasa por Malo con bacterias espontáneas, y creemos que en el 99.9% de los casos esas cepas pueden producir aminas. Es decir, si alguna vez has tenido una resaca horrible con un vino natural, esto podría ser parte de la razón.

Hablemos del verdadero culpable: el alcohol

Y por último, llegamos al culpable más obvio: el alcohol. Más específicamente, el etanol. ¿Es él quien provoca la resaca? Sí. Bueno, no del todo por sí solo. Lo que causa la resaca es una combinación de:

  • El metabolismo del etanol en acetaldehído (una toxina)

  • La deshidratación que causa

  • Y la alteración del sueño profundo

Por eso a veces te despiertas con la boca más seca que el pie de Gandhi y la cabeza como si la fiesta hubiera sido dentro de tu cráneo.

Además, el alcohol interrumpe el sueño. Te impide alcanzar fases profundas y te hace despertarte durante la noche. Lo que mi amigo Tommy llama “resaca injusta” es cuando no bebes lo suficiente como para justificarla, ¡pero aun así te sientes fatal!

Entonces, ¿los vinos naturales son mejores?

Depende. ¿Qué significa “mejor” para ti? Para nosotros, lo mejor es un vino que:

  • Respete sus orígenes

  • Sea fiel a su materia prima

  • Y no sacrifique la calidad por una ideología

En Alma Alquimista, nos encanta la filosofía natural, pero la aplicamos con cabeza. Queremos que disfrutes el vino… y que no te arrepientas por la mañana.